A las tardes cada vez más calientes, al ruido a veces insoportable, al caos de salir a unas calles que cada vez parecen más pequeñas, a ustedes los anónimos que solía frecuentar en un sitio que hacia coincidir casi todas las historias de la ciudad que conozco, a ustedes los menos anónimos con los que me acostumbre a compartir esas tardes, ese ruido y esas calles, a lo que probablemente termine extrañando pero que tal vez considere sano dejar por un tiempo, a lo que seguramente extrañare más de la cuenta…
A todo eso hay que rendirle homenaje en el día que un ciclo se cierra y otro está por abrirse, a cada particular evento, lugar y persona que hizo posible que hoy quien escriba sea lo que es, a cada nueva cosa por conocer, que solo la vida sabe que hará en quien escribe, a la ansiedad que genera lo desconocido que se va a enfrentar, a los días interminables de hacer poco y vivir mucho, a lo sabio que resulta aquel que dijo “no hay plazo que no se cumpla…”
Por ahora que quede en…buenas noches Medellín
Al amigo robot y a la gordita, haran falta...
Y vos...vos sabes!
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